Tradición y cultura
Debido a su situación geográfica, España se ha convertido en un puente natural que une las tradiciones culturales del norte y el sur de Europa, África y el Mediterráneo.
El rico patrimonio cultural e histórico del país abarca desde el Paleolítico tardío, la temprana civilización celta e ibérica, la dominación fenicia, romana, visigoda y árabe hasta los reinos medievales, el Renacimiento y la época de los grandes descubrimientos y conquistas.
Cuevas con pinturas rupestres de los antiguos habitantes de la Península Ibérica, anfiteatros romanos, catedrales señoriales, castillos y fortalezas medievales, elegantes palacios de estilo árabe, intrincada arquitectura art nouveau – todo encontró su lugar bajo el caliente sol español.
El pueblo español debe su siesta, que es un patrimonio cultural intangible, al sol, que arde con fuerza durante la mayor parte del año en el sur del país. Es parte de la cultura española y de la identidad nacional: la siesta de la tarde en las provincias del sur de España todavía se considera una forma de vida.
El flamenco y las corridas de toros son también una parte integral de la vida y cultura españolas. El flamenco es un artefacto cultural vibrante que se originó en el sur del país, en Andalucía. Es la simbiosis de la música, el canto y el baile, el baile del Carmen en las calles de Sevilla durante la Feria de Abril anual. El traje tradicional de la bailarina de flamenco es una extravagante falda con volantes, una forma de arte que se enseña a una edad temprana.
Sevilla no sólo es la cuna del flamenco, la plaza de toros local, la Maestranza, alberga algunas de las peleas más importantes de la temporada. Aunque las corridas de toros más peligrosas – tauromaquia, que es como se traduce la palabra “corrida” – tienen lugar en el norte del país, en Pamplona, la capital de Navarra.
Todos los años, del 6 al 14 de julio, gente temeraria y atrevida se reúne en la fiesta de San Fermín para desafiar a los toros que corren por las estrechas calles de Pamplona. No todos logran atravesar los 849 metros en una sola pieza y evitar ser pisoteados por los toros galopantes que vienen detrás de ellos.
El carnaval es el tradicional festival católico que precede a la Cuaresma. El carnaval se celebra de forma más espectacular en Cádiz y en la isla de Tenerife. La Semana Santa, la última semana de Cuaresma, es reconocida como objeto de interés turístico internacional en 15 ciudades españolas.
En el País Vasco en febrero hay un festival de sonido, o más precisamente, de los tambores: La Tamburrada. Miles de tamborileros de todas las edades marchan por las calles de la ciudad, ensordeciendo a los residentes con tambores.
Las Fallas (Festival del Fuego) en Valencia se celebran en marzo con los ciudadanos haciendo gigantescos títeres de papel maché que llenan las calles de la ciudad para las fiestas. La fiesta culmina con la quema de los muñecos, que se burlan de los vicios y virtudes humanas.
Buñol, en la provincia de Valencia, el último miércoles de agosto es el escenario de una loca fiesta – Tomatina, una masiva batalla de tomates. Más de 40.000 personas arrojan tomates a todo lo que se les atraviesa y cientos de toneladas de tomates son “asesinados” en el campo de batalla. Las vacaciones aparecieron en 1945 y han logrado convertirse en uno de los entretenimientos “sangrientos” más inofensivos para residentes y turistas durante varias décadas.
Los españoles tradicionalmente celebran la Navidad y el Día de Adoración de los Reyes Magos.
El día de Navidad, comen turrón y mazapán, y en la Fiesta de los Reyes Magos hornean un kulich, el roscón real.
La Nochevieja goza de menos popularidad entre los españoles, pero en Madrid desde finales del siglo XIX existe la tradición de ir a la plaza central de la ciudad, la Puerta del Sol, el 31 de diciembre, y a las campanadas de la torre del ayuntamiento, anunciando el año nuevo, comer 12 uvas para la buena suerte.